Volar no es solo pulsar botones pequeño albatros...

Hay quién se preguntará el porqué de éste título tan extraño. El juego de palabras que encierra su significado es lo que me va a llevar hoy guiando mi reflexión.

Durante mucho tiempo éste humildes escritor rechazó la idea del héroe solitario, el individuo que recorre el mundo acompañado únicamente de sus recuerdos, empujado por su propia consciencia y movido solamente por sus desconocidos impulsos. No es la primera vez que nos encontramos con ésta escena en el cine, la persona es libre en todos los aspectos, ajena a la justicia mundana y a la frialdad del mundo que le rodea.

Yo siempre hubiese dicho, eso no es real, ser libre es imposible.

Sin embargo a veces la vida nos hace tragar nuestras propias creencias, en ocasiones la sonrisa del mundo te da tal revés que te hace recapacitar, pensar que quizás estabas equivocado. Las posibilidades  que nos entrega nuestro destino en ocasiones son tan dispares que  nos hacen sonreír por la ironía que conllevan, así hoy me veis aquí desmintiéndome a mí mismo, negando la realidad de lo que otrora considerara soledad.

¿Qué dónde está la ironía?

Soledad es desesperación, locura, paranoia, miedo. El ser huumano tiende a agruparse en comunidad para huír de ella, busca pareja, entrega sus sentimientos, su mente y su vida y en multitud de ocasiones es decepcionado, hundiéndose en su desesperación y el miedo a la soledad eterna.

Animales perdidos en nuestra propia mente.

Caemos, es la verdad, sufrimos, lloramos, añoramos. Esos son los golpes que me hicieron replantearme el inicio, el sufrimiento, el miedo y la soledad. Ver cada una de estas caídas, sufrir cada una de éstas derrotas nos culmina a ser lo que somos y retractarnos ante nosotros mismos.

Hoy vengo a deciros a cada uno de vosotros, a mí mismo. Ved la oportunidad tras cada caída, ved las decisiones que pone ante vosotros vuestro destino, sonreid a la vida, agarrad bien vuestro sombrero y propugnáos a perderos en los entresijos de vuestra propia mente. 

Perdernos, encontrarnos a nosotros mismos, viajar, navegar por el ancho mar y finalmente volar...

Volar, ver lo que queremos ver, vivir lo que queremos vivir y ante todo ser quién queremos ser. Esas son las decisiones que nos llevan a levantarnos, caer es duro. Lo hacemos una y otra vez, es nuestra naturaleza, la fuerta está en saber levantarse, sonreir, reparar motores y levantar de nuevo los pies del suelo... hacia un nuevo futuro, hacia nuestra propia libertad primero en soledad.

Una famosa película rezaba:

"Sin duda hay que perderse para hallar destinos desconocidos, de lo contrario todo el mundo sabría dónde están ¿No crees muchacho?"

Levanta el vuelo pequeño albatros, camina hacia la libertad y sonríe sin miedos. Pero recuerda, volar no es solo pulsar botones, has de aprender a quererte, a mantenerte en el aire aún cuando sabes que debes caer, a aterrizar cuando debes explotar.

Vuela, extiende tu firmamento más allá del entendimiento 

Firmado: 

Darkpasionsplay